La mia famiglia

Ser quien soy significó muchas cosas distintas en cada momento. Es tal vez una de las actividades que más nos requieren la atención (así no se la prestemos) a lo largo de la vida. Más aún que alimentarnos. Pues soy quien soy las veinticuatro horas de todos los días desde que nací hasta hoy.

Muchas veces ser quien soy fue atravesar experiencias dolorosas, o tristes. Otras, lanzarme a felicidades inimaginadas. El resultado es mi yo de hoy que, de todos modos, es algo inestable ya que mañana va a ser indudablemente otro algo. Cuando desde el alma nos dedicamos a atender quien estamos siendo, la vida cambia su ritmo, hacemos pie en la inmensidad del espíritu.

Mi familia fue un concepto, una idea. La alejé y acerqué según los vientos. De todos modos, aprendí cada vez. Y hoy soy el que disfrutó un asado en familia, el que se dio auténtico y (¿casualmente?) el que se sintió feliz de volver a la familia que, tras cualquier camino, allí estaba esperando.


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