Falacias & Galimatías I ("Imán")

Llego, tras la secuencia encadenada del pensamiento interconducente, a preguntarme por las fuerzas que mueven al ser. Y sea quizá la misma pregunta incontestada de los filósofos y los teólogos, de los poetas y los amantes. Quizá (seguramente) tampoco yo, y con más razones que cualquiera, la halle hoy.

Se busca la felicidad. Queremos ser lo más felices posible. Sin embargo, los pensamientos de las 24 hs de nuestro día no van por ese camino. Es casi como cualquier libro en el que el relleno inútil pareciera justificar tres ideas concretas. O cualquier canción con uno o dos pasajes de interesante musicalidad y cuatro minutos de repeticiones. Desde ya, no debieran pagar justos por pecadores; o inspirados por artistas fariseos. Me fui.

¿Cuántos de los centenares de miles de ideas de un sólo día apuntan al horizonte de la felicidad?¿Cuántos nos dan felicidad instantánea o felicidad por venir?

El amor, esa fuerza cimentada desde milenios tras nosotros, es química enfocada. Energía que se alinea y converge en un unísono. Por eso logra tanto. Por eso atrae como un imán desenfrenado de alcances inabarcables. El amor aplicado a todo, la alineación de cada idea, atrae las corrientes hacia sí. Se retroalimenta. Dando se gana. Se renueva al liberarse. Ese imán acerca cada pensamiento e intención, cada rastro de amor alrededor. Magnetismo en el estado más puro y poderoso. Otra vez me fui.


ABRIL 2012

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